FICHA 4 DE EPISTEMOLOGÍA
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO:
EL PAPEL DE LA RAZÓN
Prof. Zaida Montenegro-IFE Maldonado-CERP
DEL ESTE
“Se llama razón a cierta facultad atribuida
al hombre y por medio de la cual se la ha distinguido de los demás miembros de
la serie animal. Esta facultad es definida usualmente como la capacidad de
alcanzar conocimiento de lo universal, o de lo universal y necesario…”(ferrater
mora).
UNA HISTORIA: siguiendo a Yeanplong y a
Najmanovich
En Grecia antigua la razón aparece como la
capacidad que le permitió al hombre abandonar la explicación mítica de los
misterios de la realidad. En los mitos existe una estructura subyacente que
diviniza a las fuerzas naturales, de ahí que el orden o desorden del universo
depende de la voluntad de los dioses.
Con el advenimiento de la razón la
explicación causal del universo es el centro de las reflexiones, se busca el
arjé, el primer principio de todo lo existente y, a partir de él, la verdad y
la esencia. Se busca lo idéntico o común, lo permanente, lo esencial, lo que se
mantiene constante a través de todos los cambios, lo uno frente a lo múltiple.
La pregunta racional por el arjé es radical
y universal y en esto radica su importancia independientemente de las
respuestas dadas como vemos desde el comienzo con Tales.
La razón en la antigua Grecia desde el S.V
(logos) se caracteriza por ser discursiva y argumentativa propia
de una organización política que requería la participación directa de los
hombres libres en los asuntos públicos (polis-ágora) :
“…el sistema de la polis implica, ante
todo, una extraordinaria preeminencia de la palabra sobre todos los
instrumentos de poder…Entre la política y el logos hay una relación estrecha,
una trabazón recíproca. El arte político es, en lo esencial, un ejercicio del
lenguaje; y el logos en su origen adquiere conciencia de sí mismo, de sus
reglas, de su eficacia, a través de la función política” (Vernant,1962-“los
orígenes del pensamiento griego).
El logos griego se refiere a lenguaje,
palabra al igual que mythos, sólo que la verdad difundida a través del mythos
no requiere ser verificada pero el sentido del logos conlleva en sí mismo la
necesidad de fundamentación.
"Alrededor del S.V aC. surgió en
Grecia una forma de organización jurídica superior, la ciudad-estado. Y
lo hizo acompañada de un pensamiento caracterizado por buscar ser coherente y
no contradictorio, apoyado en aquella cualidad que fue orgullo del
ciudadano griego: la razón” (Carli, Alberto, Bases Epistemológicas para
la investigación científica”, Ed. Biblos.Bs.As,2014)
En esta primera, dicotomía mito-logos se
encuentra la primera noción de ciencia, el conocimiento científico
pertenece al logos en tanto implica fundamentación de su discurso y emerge una
forma de racionalidad científica que se basa en afirmar la racionalidad
de lo real. Episteme es pura racionalidad a diferencia de doxa que es un saber
no fundamentado y acrítico que evita ser analizado y se presenta como un saber
cotidiano o vulgar.
Por ello se trató de una razón puramente
especulativa, siendo sus principales logros la reflexión metafísica y
matemática, no pudiendo avanzar en la aplicación de los conocimientos
prisionera de un prejuicio histórico que veía la puesta en práctica (trabajo)
como tarea de esclavos. Así, esta razón teórica quedó en manos de una élite de
hombres libres que no tenían que trabajar para ganar su sustento.
En cuanto a la idea de progreso que
acompaña todo este proceso evolutivo, cabe aclarar que
PROGRESO- lat. Progredi, significa
“caminar hacia adelante”, opuesto a decadencia (indoeuropeo kad, lat. caderre ,significa
“caer”) aunque según autores como Le Goff no existiría tal oposición dado que
la decadencia es un concepto vertical( de arriba hacia abajo) y el progreso es
un concepto lineal (hacia adelante)
Esta idea puede ser verdadera o falsa pero
no es posible probar su verdad o falsedad, creer en el progreso es casi
una cuestión de fe, exige un acto de fe según este autor. Se trata de
una creencia que encierra una síntesis del pasado humano y una previsión del
futuro de la humanidad. Es decir que el tiempo es la condición de
posibilidad de la idea de progreso.
La ciencia garantiza la estabilidad del
sistema solar y con eso el progreso toma sentido, habrá tiempo para que la
humanidad continúe su proceso de avance hacia situaciones “deseables”:
“...la posibilidad del
Progreso está garantizada por una alta probabilidad, basada en la ciencia
astro-física, de un inmenso tiempo en el cual progresar
Esta idea tiene un origen reciente
según Bury, antes aparecen reflexiones acerca de la evolución humana
pero no se considera que equivalen a la idea de progreso ya que esta implica la
concepción de un avance indefinido de la civilización.
Entre los griegos las condiciones para que apareciera tal idea no estaban dadas ya
que no se registraron innovaciones importantes que pudieran sugerir un
incremento indefinido del saber,su ciencia no se orientó a cambiar las
condiciones de vida y a eso cabe agregar la convicción de que el mundo había
sido creado perfecto pero sufría un proceso de declive natural:
“El mundo fue creado y puesto en marcha por
la Divinidad y, al ser obra suya, era perfecto, pero no era inmortal y llevaba
en sí el germen de la decadencia.” (Bury,op.cit).
El pensamiento de los filósofos griegos
planteaba el valor de lo inmutable y se consideraba que los cambios en el
sistema social no son deseables ya que solo se harían para empeorar negando así
la idea de la civilización como movimiento progresivo y generando un prejuicio
en contra del cambio que derivó en considerar al tiempo como enemigo de la
humanidad en una visión pesimista.
Cabe señalar dentro de este contexto que Séneca
observa que los conocimientos irán creciendo y aclarando problemas
para los que en ese momento no se tenía respuesta, pero, a pesar de este
planteo no se acerca a elaborar una teoría del progreso.
Otros autores admiten que la noción de
progreso se origina en la antigüedad clásica :
“...los griegos y los romanos tenían una clara conciencia de haber sido
precedidos por un largo pasado, veían que las artes, las ciencias y la
situación del hombre en la tierra había ido avanzando poco a poco, y hasta se
referían en algunas ocasiones a un futuro en el que, pensaban, la civilización
superaría con mucho el estado que había alcanzado en sus tiempos” (Nisbet,Robert,
Historia de la idea de progreso, Barcelona,1996,p.29).
Se considera que la primera declaración
de la teoría del progreso data del S VI aC y se encuentra en un escrito de Jenófanes:
“...los dioses no revelaron a los hombres
todas las cosas desde el principio, pero los hombres,gracias a su propia
búsqueda, encuentran en el curso del tiempo lo que es mejor para ellos”
y a comienzos del SV Protágoras dijo
que la historia del hombre había sido y seguiría siendo una historia de
continuo progreso (ver Nisbet, op. Cit. ,p. 44)
También en Séneca hay referencias a
una noción de progreso:
“Habrá un día en que la perspicacia y el
estudio iluminarán lo que ahora permanece oculto...Habrá un día en que nuestros
sucesores se maravillarán al ver que nosotros ignorábamos cosas tan evidentes
para ellos”
En Platón encontramos la conciencia
de la necesidad del desarrollo humano, los cambios se dan en el mundo sensible
(ver Nisbet,op.cit,p.53)
En la Edad Media la razón se subordina a la
fe y la producción intelectual queda confinada a los monasterios; la relación razón-fe
es centro de todas las reflexiones y esto se explica porque el mundo ya no se
concibe como racional, sino que se interpreta como un orden divino,
manifestación de Dios.
Así fue hasta el S.XII en que los
intelectuales otorgan sentido a la historia y al progreso y hablan de un mundo
ordenado y comprensible. Comienza la desacralización de la naturaleza que
permitirá el desarrollo de la ciencia.
“El exilio del hombre es la ignorancia, su
patria es la ciencia” dirá Honorio de Autun
Se sugiere leer Le Goff, Los Intelectuales en la Edad
Media, Gedisa, Barcelona, 2006
Aunque en esta etapa surgen contradicciones
propias de mantener la vigencia de los antiguos:
-en la moral
-en el arte
-en la concepción del trabajo
Siempre nos encontramos con la razón comprometida
en alguna dicotomía que varía en los distintos momentos históricos, por
ejemplo. razón y doxa, razón y fe, razón y experiencia, razón y pasión, teoría
y práctica….
A esta etapa se la denomina “razón
formal” según Yeanplong o paradigma premoderno según Díaz y sus propiedades
fundamentales son:
-el geocentrismo (tierra como centro del
universo),
-orden jerárquico (el universo es una
jerarquía de elementos que van desde lo perfecto a lo imperfecto, desde Dios o
1er.motor a los cuatro elementos naturales),
-orden teleológico (todo tiende hacia un
fin bien, Dios, felicidad…) y
- finitud del espacio (universo cerrado y
limitado)
La idea de progreso en en la edad media
según Bury no se da porque la concepción de la divinidad ordenadora de los
acontecimientos lleva a concebir un desarrollo de la historia que asegurase
felicidad en otro mundo, no se cree en el progreso de la historia humana en la
tierra y si se agrega a ello la doctrina del pecado original como obstáculo que
impide la superación moral del género humano, entonces se entiende que la
doctrina del progreso no surgiera en esta época histórica
Algunos quiebres ocurren
durante este período, a saber, un quiebre geográfico: “el mundo ya no se
limitaba a esa Europa agotada en sus recursos.” (Carli,op.cit.,p.28), la
idea que el hombre tenía de sí mismo y
la de creer que era el centro del universo y el inicio de la Reforma de Lutero
(quiebre cósmico y teológico). Estas fisuras preparan el surgimiento de
una nueva etapa en la que el sujeto será el centro del universo: la
emergencia de la subjetividad
En 1637 Descartes publicó el Discurso del
Método afirmando “pienso,luego existo” instalando así la idea de un sujeto o
res cogitans- “cosa” pensante- separado de los objetos o res extensa- “cosa”
pensada.
Se sugiere leer Carli, op.”Bases
epistemológicas para la investigación científica”,p.30
Comienza así el período de la razón
experimental según Yeanplong que se inserta dentro del llamado paradigma
moderno citado por Díaz, en esta etapa lo teórico debe ser sometido a prueba
(experimentación).
Ocurre una verdadera revolución
científica, es el fin del geocentrismo y la razón es revisada como facultad
cognoscitiva (en su naturaleza y límites), la razón se humaniza. Estamos frente
a un racionalismo crítico, que cuestiona el poder de la razón y analiza su
alcance precisándolo en forma clara tal como lo hace el filósofo de la crítica
(Kant), pero fortalece sus logros por la confiabilidad que otorga la
posibilidad de someter a prueba sus conclusiones.
La razón ordena los datos de la experiencia
y da como resultado un sujeto activo en el conocimiento, la razón que es una,
se vincula con el mundo para conocerlo (razón especulativa) o para actuar sobre
él (razón práctica), dando lugar a la PRAXIS como acción humana basada en la
razón práctica.
El laboratorio se constituye en lugar de
observación y experimentación designando a comienzos del S XVII a un espacio
estructurado para cumplir una función social, religiosa y económica además de
lugar de hospedaje. En el S.XVIII es el lugar de ejercicios de experiencia y
fue transformándose hasta convertirse en un lugar para trabajar con animales
vivientes y cadáveres (lo que inspiró a la literatura en ejemplos como Frankenstein
o el moderno Prometeo considerada la primera obra de ciencia ficción-1818)
En la modernidad se gesta el ideal de un
conocimiento universal sobre el mundo, la ciencia es la encargada de aprehender
las leyes inmutables que regulan el universo. El mundo se concibe como ordenado
lo que facilita su conocimiento.
Galileo piensa la ciencia como capaz de
descubrir la verdad global de la
naturaleza que está escrita en lenguaje matemático descifrable por la
experimentación. A partir del conocimiento de los fenómenos simples se puede
comprender toda la naturaleza cuya complejidad es sólo aparente: “la diversidad
se reduce a la verdad única de las leyes matemáticas del movimiento”
(Prigogine- Stengers, Metamorfosis de la
ciencia, p.71)
Para Bury tampoco el Renacimiento
(S.XIV-XVII) fue el momento para el surgimiento de la doctrina del progreso ya
que la actividad se centró en redescubrir, analizar e imitar a los pensadores
de la antigüedad; no obstante, se dieron allí dos condiciones esenciales a la
misma, a saber:
“Se restauró la confianza en la razón
humana y se reconoció que la vida en este planeta poseía un valor
independiente de cualquier temor o esperanza relacionados con una vida
ultraterrena.”(Bury ,op.cit)
Para John Bury la idea de progreso
comienza a surgir con los trabajos de Francis Bacon que preparó el desarrollo
de tal doctrina.
En cambio, para Nisbet también en la edad
media es posible encontrar la noción de desarrollo de la historia; San
Agustín escribe:
“La educación de la raza humana,
representada por el pueblo de Dios, ha avanzado como la de un individuo, a
través de ciertas épocas, o, por decirlo así, edades, de modo que pudo elevarse
gradualmente de las cosas terrenas a las celestiales, de lo visible a lo
invisible”
La idea de “educación de la raza humana”
y la analogía del desarrollo de la humanidad con el
crecimiento del individuo persistió en occidente y fue fundamental en la
época moderna.
El legado de San Agustín sobre la doctrina
del progreso se complementa con la concepción del tiempo lineal y divisible en
etapas de desarrollo histórico además de necesario (ver “Necesidad”,
Nisbet,p.108)
En el S. XVIII cabe citar a Kant que
se pronuncia sobre el tema:
“Todas las aptitudes implantadas en una
criatura por la naturaleza están destinadas a desarrollarse por completo y
conforme a su fin en el curso del tiempo...
La historia de la raza humana, concebida
como un todo, puede ser considerada como la realización de un plan oculto de la
naturaleza para llevar a cabo una constitución política interna y también
externamente perfecta, como el único estado en el cual todas las aptitudes
implantadas por ella en la humanidad pueden desarrollarse plenamente” (Kant, Idea
de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita)
Se recomienda leer Capra, “El punto
crucial” a fin profundizar estas ideas
Se llega así a la instancia de la razón
dialéctica, que identifica lo real con lo racional como un logro del
espíritu desenvolviéndose históricamente y transitando por la afirmación
(tesis), negación (antítesis)y superación de la negación de lo cual resulta una
nueva afirmación enriquecida (síntesis).
Según Nisbet, la idea de progreso no
siempre estuvo ligada a la democracia y el liberalismo, sino que encierra lo
que el autor denomina “un lado oscuro”.
Esta faceta negativa aparece a fines del S.
XIX y principios del S. XX cuando se consideraba al poder político una clave
para la salvación del hombre y se vinculaba el progreso con algún grupo
determinado dando lugar a nacionalismos y racismos.
Marx, por
ejemplo, se expresa así:
“entre la sociedad capitalista y la sociedad
comunista se extiende un periodo de transición en la esfera política, y en él
el estado solo puede asumir la forma de una dictadura revolucionaria del
proletariado”.
...y aunque creyera en la corta duración de
esta dictadura y en que sería realmente del proletariado, lo cierto es que
dicha clase social se transforma en partido, el partido en gobierno y el grupo
de gobierno en dominio de un solo hombre.
Tal vez fue la fe sacralizada en el
progreso y en los usos del poder político para facilitarlo lo que permitió
el origen del totalitarismo del S. XX. Lo mismo puede decirse del racismo que
aparece con la creencia de que todo progreso de la civilización se sostiene en
una raza particular considerada superior a otros grupos.
En la actualidad se concibe la razón
dialógica o compleja, porque se abandona el reino de las dicotomías y se
enlazan las categorías abstractas con la realidad, superando así el paradigma
de la razón simplificadora. Desde la complejidad se comprenden muchas formas de
“tener razón” (legales, lógicas, morales, etc. irreductibles entre sí).
Se sugiere lectura de Morin, “El
pensamiento complejo”.
Para Morin razón se trata de una voluntad
de tener una visión coherente de los fenómenos, de las cosas y del universo tal
como aparece en “Introducción al pensamiento complejo”. La racionalidad crea
estructuras lógicas que se aplican al mundo (diálogo entre la razón y el
mundo). La racionalización se acerca al ámbito de lo patológico(Freud)y es
intentar encerrar a la realidad en un sistema coherente, es forzar lo real
hasta ajustarlo a las estructuras mentales humanas.
El término “razón” ha tomado diferentes
sentidos, ha sido entendida como facultad o potencia, como construcción
histórica, como la voluntad de tener una visión coherente del mundo….
Se la entiende también como función
cognoscitiva de segunda potencia (trabaja sobre un conocimiento previamente
adquirido) encargada de llevar a cabo la tarea de organización y
sistematización. Horkheimer destacó tres funciones: clasificación-deducción y
conclusión. Al ordenar, categoriza.
Se la puede concebir también como nivel
superior de conocimiento, atendiendo al lugar adjudicado respecto de otras
capacidades.
¿CRISIS EN LA IDEA DE PROGRESO?
En el S. XX en occidente se considera que
la fe en el progreso ha sido destruida por la presencia de las guerras
mundiales, por las crisis económicas, por el autoritarismo difundido en todo el
mundo y por la convicción de que los recursos naturales se están agotando.
Hay que hacer notar que hasta 1930 la idea
de progreso mantenía toda la fuerza que traía desde el S. XIX aún a pesar de la
Gran Depresión, pero esto no ocurre actualmente.
Desde la segunda mitad del S.XX ha crecido
el escepticismo y el rechazo a la idea de progreso (aunque se mantiene la
teoría de que la historia se basa en el principio de perfectibilidad humana)
en base a la afirmación de que
- “cada nuevo avance tecnológico e industrial debilita aún más
visiblemente los valores sociales y morales...”
- “se difunde el temor de que nuestra prodigalidad está
destruyendo rápidamente las riquezas naturales, o usándolas sin tener en
cuenta el futuro...”
- algunos círculos creen que “la ciencia ha alcanzado los límites
de su propia capacidad de desarrollo”
- “el hastío se está propagando en la sociedad occidental, hastío
de los mismos bienes materiales y espirituales que el modernismo había
bendecido hasta ahora”
“Buscando un lema que resuma el siglo XX me
viene como destilado final la idea
de progreso
decadente, una antítesis, porque progreso es lo opuesto a decadencia y,
sin
embargo, en este siglo hemos sufrido —o
gozado— ambas cosas simultáneamente:
progreso
en lo tecnológico, decadencia en lo moral
” (Luis
Racionero, El Progreso Decadente Espasa Calpe, Madrid,2000)
El autor sostiene que lo material ha
progresado pero lo intelectual y lo moral se ha estancado, es un período de
crecimiento e innovaciones tecnológicas inconmensurables pero a nivel de
pensamiento las cosas no revelan progreso en igual medida:
“Visto desde lo material es un período de
progreso indiscutible —en innovaciones tecnológicas, en nivel de vida—; mirado
desde lo intelectual es un siglo de estancamiento en la filosofía y en el arte,
aunque no en la ciencia; para lo moral es un siglo detestable, bárbaro,
inhumano, con dos guerras globales, dictaduras, racismo y terrorismo. La
ciencia ha progresado, la ética ha regresado y el arte titubea”(Racionero,
op.cit.,introducción).
Estas tres formas de entenderla remiten a
la modernidad, en cambio la razón como facultad data de la Grecia antigua.
Según Nisbet, la idea de progreso es
característica de la cultura occidental, se trata de una concepción de la
historia como el avance de la humanidad en su lucha por perfeccionarse y se
acepta generalmente que la primera afirmación de dicha idea desvinculada de
todo elemento religioso se realiza a fines del S.XVII durante la querella de
los antiguos y los modernos en Francia.
Pero hubo que esperar a 1750 para que Turgot
en su discurso “Una revisión filosófica de los sucesivos avances de la
mente humana” presentara una enunciación completa de la idea de progreso
abarcando no solo las artes y las ciencias sino toda la cultura (costumbres,
instituciones, leyes).
El desarrollo de las teorías del caos y de
la complejidad son reflejo de esta situación sobre la que Freud a comienzos del
siglo había alertado al afirmar su hipótesis del inconsciente y de que tal vez
no siempre la razón bien orientada nos llevará a la sociedad deseable. Alerta
que fue confirmada con las dos guerras mundiales:
“¿Cómo es posible que una barbarie tal, las
trincheras, los gases y el holocausto, se diera en los países supuestamente más
civilizados de la tierra? Sin Freud no se entendería, con el subconsciente se
empieza a explicar. Ahora bien, hay subconscientes y subconscientes; a unos se
les ocurren barbaridades que otros ni sueñan ”(Racionero,op.cit).
Freud cuestiona a la razón y Einstein al
sentido común, la cuántica hace lo suyo con la formulación del principio de
indeterminación a la vez que el arte y la literatura expresan rupturas y
decadencia.
“El siglo XX se abrió con teorías sobre
decadencia y se cierra con la teoría del caos: no es por casualidad. El caos es
la metáfora de este fin de siglo, caos en el sentido de cantidad, complejidad y
mezcolanza. La asignatura pendiente del siglo XXI es cómo poner límites a la
cantidad, y filtrar la calidad en la complejidad, cómo ordenar la mezcolanza
para que esta sea fértil en vez de asfixiante.
Los años noventa han sido los años pos: se
habla de posmodernidad, poscapitalismo, posciviliza-ción; antes se había
hablado de lo posindustrial”(Racionero,op.cit.)