domingo, 9 de junio de 2019


FICHA 4 DE EPISTEMOLOGÍA
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO:
EL PAPEL DE LA RAZÓN
Prof. Zaida Montenegro-IFE Maldonado-CERP DEL ESTE
“Se llama razón a cierta facultad atribuida al hombre y por medio de la cual se la ha distinguido de los demás miembros de la serie animal. Esta facultad es definida usualmente como la capacidad de alcanzar conocimiento de lo universal, o de lo universal y necesario…”(ferrater mora).

UNA HISTORIA: siguiendo a Yeanplong y a Najmanovich
En Grecia antigua la razón aparece como la capacidad que le permitió al hombre abandonar la explicación mítica de los misterios de la realidad. En los mitos existe una estructura subyacente que diviniza a las fuerzas naturales, de ahí que el orden o desorden del universo depende de la voluntad de los dioses.
Con el advenimiento de la razón la explicación causal del universo es el centro de las reflexiones, se busca el arjé, el primer principio de todo lo existente y, a partir de él, la verdad y la esencia. Se busca lo idéntico o común, lo permanente, lo esencial, lo que se mantiene constante a través de todos los cambios, lo uno frente a lo múltiple.
La pregunta racional por el arjé es radical y universal y en esto radica su importancia independientemente de las respuestas dadas como vemos desde el comienzo con Tales.
La razón en la antigua Grecia desde el S.V (logos) se caracteriza por ser discursiva y argumentativa propia de una organización política que requería la participación directa de los hombres libres en los asuntos públicos (polis-ágora) :
“…el sistema de la polis implica, ante todo, una extraordinaria preeminencia de la palabra sobre todos los instrumentos de poder…Entre la política y el logos hay una relación estrecha, una trabazón recíproca. El arte político es, en lo esencial, un ejercicio del lenguaje; y el logos en su origen adquiere conciencia de sí mismo, de sus reglas, de su eficacia, a través de la función política” (Vernant,1962-“los orígenes del pensamiento griego).
El logos griego se refiere a lenguaje, palabra al igual que mythos, sólo que la verdad difundida a través del mythos no requiere ser verificada pero el sentido del logos conlleva en sí mismo la necesidad de fundamentación.
"Alrededor del S.V aC. surgió en Grecia una forma de organización jurídica superior, la ciudad-estado. Y lo hizo acompañada de un pensamiento caracterizado por buscar ser coherente y no contradictorio, apoyado en aquella cualidad que fue orgullo del ciudadano griego: la razón” (Carli, Alberto, Bases Epistemológicas para la investigación científica”, Ed. Biblos.Bs.As,2014)
En esta primera, dicotomía mito-logos se encuentra la primera noción de ciencia, el conocimiento científico pertenece al logos en tanto implica fundamentación de su discurso y emerge una forma de racionalidad científica que se basa en afirmar la racionalidad de lo real. Episteme es pura racionalidad a diferencia de doxa que es un saber no fundamentado y acrítico que evita ser analizado y se presenta como un saber cotidiano o vulgar.            
Por ello se trató de una razón puramente especulativa, siendo sus principales logros la reflexión metafísica y matemática, no pudiendo avanzar en la aplicación de los conocimientos prisionera de un prejuicio histórico que veía la puesta en práctica (trabajo) como tarea de esclavos. Así, esta razón teórica quedó en manos de una élite de hombres libres que no tenían que trabajar para ganar su sustento.
En cuanto a la idea de progreso que acompaña todo este proceso evolutivo, cabe aclarar que
PROGRESO- lat. Progredi, significa “caminar hacia adelante”, opuesto a decadencia (indoeuropeo  kad, lat. caderre ,significa “caer”) aunque según autores como Le Goff no existiría tal oposición dado que la decadencia es un concepto vertical( de arriba hacia abajo) y el progreso es un concepto lineal (hacia adelante)
Esta idea puede ser verdadera o falsa pero no es posible probar su verdad o falsedad, creer en el progreso es casi una cuestión de fe, exige un acto de fe según este autor. Se trata de una creencia que encierra una síntesis del pasado humano y una previsión del futuro de la humanidad. Es decir que el tiempo es la condición de posibilidad de la idea de progreso.

La ciencia garantiza la estabilidad del sistema solar y con eso el progreso toma sentido, habrá tiempo para que la humanidad continúe su proceso de avance hacia situaciones “deseables”:

“...la posibilidad del Progreso está garantizada por una alta probabilidad, basada en la ciencia astro-física, de un inmenso tiempo en el cual progresar
Esta idea tiene un origen reciente según Bury, antes aparecen reflexiones acerca de la evolución humana pero no se considera que equivalen a la idea de progreso ya que esta implica la concepción de un avance indefinido de la civilización.
Entre los griegos las condiciones para que apareciera tal idea no estaban dadas ya que no se registraron innovaciones importantes que pudieran sugerir un incremento indefinido del saber,su ciencia no se orientó a cambiar las condiciones de vida y a eso cabe agregar la convicción de que el mundo había sido creado perfecto pero sufría un proceso de declive natural:

“El mundo fue creado y puesto en marcha por la Divinidad y, al ser obra suya, era perfecto, pero no era inmortal y llevaba en sí el germen de la decadencia.” (Bury,op.cit).

El pensamiento de los filósofos griegos planteaba el valor de lo inmutable y se consideraba que los cambios en el sistema social no son deseables ya que solo se harían para empeorar negando así la idea de la civilización como movimiento progresivo y generando un prejuicio en contra del cambio que derivó en considerar al tiempo como enemigo de la humanidad en una visión pesimista.
Cabe señalar dentro de este contexto que Séneca observa que los conocimientos irán creciendo y aclarando problemas para los que en ese momento no se tenía respuesta, pero, a pesar de este planteo no se acerca a elaborar una teoría del progreso.
Otros autores admiten que la noción de progreso se origina en la antigüedad clásica :

  “...los griegos y los romanos tenían una clara conciencia de haber sido precedidos por un largo pasado, veían que las artes, las ciencias y la situación del hombre en la tierra había ido avanzando poco a poco, y hasta se referían en algunas ocasiones a un futuro en el que, pensaban, la civilización superaría con mucho el estado que había alcanzado en sus tiempos” (Nisbet,Robert, Historia de la idea de progreso, Barcelona,1996,p.29).
Se considera que la primera declaración de la teoría del progreso data del S VI aC y se encuentra en un escrito de Jenófanes:
“...los dioses no revelaron a los hombres todas las cosas desde el principio, pero los hombres,gracias a su propia búsqueda, encuentran en el curso del tiempo lo que es mejor para ellos”
y a comienzos del SV Protágoras dijo que la historia del hombre había sido y seguiría siendo una historia de continuo progreso (ver Nisbet, op. Cit. ,p. 44)
También en Séneca hay referencias a una noción de progreso:
“Habrá un día en que la perspicacia y el estudio iluminarán lo que ahora permanece oculto...Habrá un día en que nuestros sucesores se maravillarán al ver que nosotros ignorábamos cosas tan evidentes para ellos”
En Platón encontramos la conciencia de la necesidad del desarrollo humano, los cambios se dan en el mundo sensible (ver Nisbet,op.cit,p.53)



En la Edad Media la razón se subordina a la fe y la producción intelectual queda confinada a los monasterios; la relación razón-fe es centro de todas las reflexiones y esto se explica porque el mundo ya no se concibe como racional, sino que se interpreta como un orden divino, manifestación de Dios.
Así fue hasta el S.XII en que los intelectuales otorgan sentido a la historia y al progreso y hablan de un mundo ordenado y comprensible. Comienza la desacralización de la naturaleza que permitirá el desarrollo de la ciencia.
“El exilio del hombre es la ignorancia, su patria es la ciencia” dirá Honorio de Autun
Se sugiere leer  Le Goff, Los Intelectuales en la Edad Media, Gedisa, Barcelona, 2006
Aunque en esta etapa surgen contradicciones propias de mantener la vigencia de los antiguos:
-en la moral
-en el arte
-en la concepción del trabajo
Siempre nos encontramos con la razón comprometida en alguna dicotomía que varía en los distintos momentos históricos, por ejemplo. razón y doxa, razón y fe, razón y experiencia, razón y pasión, teoría y práctica….
A esta etapa se la denomina “razón formal” según Yeanplong o paradigma premoderno según Díaz y sus propiedades fundamentales son:
-el geocentrismo (tierra como centro del universo),
-orden jerárquico (el universo es una jerarquía de elementos que van desde lo perfecto a lo imperfecto, desde Dios o 1er.motor a los cuatro elementos naturales),
-orden teleológico (todo tiende hacia un fin bien, Dios, felicidad…) y
- finitud del espacio (universo cerrado y limitado)
La idea de progreso en en la edad media según Bury no se da porque la concepción de la divinidad ordenadora de los acontecimientos lleva a concebir un desarrollo de la historia que asegurase felicidad en otro mundo, no se cree en el progreso de la historia humana en la tierra y si se agrega a ello la doctrina del pecado original como obstáculo que impide la superación moral del género humano, entonces se entiende que la doctrina del progreso no surgiera en esta época histórica
Algunos quiebres ocurren durante este período, a saber, un quiebre geográfico: “el mundo ya no se limitaba a esa Europa agotada en sus recursos.” (Carli,op.cit.,p.28), la idea  que el hombre tenía de sí mismo y la de creer que era el centro del universo y el inicio de la Reforma de Lutero (quiebre cósmico y teológico). Estas fisuras preparan el surgimiento de una nueva etapa en la que el sujeto será el centro del universo: la emergencia de la subjetividad
En 1637 Descartes publicó el Discurso del Método afirmando “pienso,luego existo” instalando así la idea de un sujeto o res cogitans- “cosa” pensante- separado de los objetos o res extensa- “cosa” pensada.
Se sugiere leer Carli, op.”Bases epistemológicas para la investigación científica”,p.30
Comienza así el período de la razón experimental según Yeanplong que se inserta dentro del llamado paradigma moderno citado por Díaz, en esta etapa lo teórico debe ser sometido a prueba (experimentación).
Ocurre una verdadera revolución científica, es el fin del geocentrismo y la razón es revisada como facultad cognoscitiva (en su naturaleza y límites), la razón se humaniza. Estamos frente a un racionalismo crítico, que cuestiona el poder de la razón y analiza su alcance precisándolo en forma clara tal como lo hace el filósofo de la crítica (Kant), pero fortalece sus logros por la confiabilidad que otorga la posibilidad de someter a prueba sus conclusiones.
La razón ordena los datos de la experiencia y da como resultado un sujeto activo en el conocimiento, la razón que es una, se vincula con el mundo para conocerlo (razón especulativa) o para actuar sobre él (razón práctica), dando lugar a la PRAXIS como acción humana basada en la razón práctica.
El laboratorio se constituye en lugar de observación y experimentación designando a comienzos del S XVII a un espacio estructurado para cumplir una función social, religiosa y económica además de lugar de hospedaje. En el S.XVIII es el lugar de ejercicios de experiencia y fue transformándose hasta convertirse en un lugar para trabajar con animales vivientes y cadáveres (lo que inspiró a la literatura en ejemplos como Frankenstein o el moderno Prometeo considerada la primera obra de ciencia ficción-1818)
En la modernidad se gesta el ideal de un conocimiento universal sobre el mundo, la ciencia es la encargada de aprehender las leyes inmutables que regulan el universo. El mundo se concibe como ordenado lo que facilita su conocimiento.
Galileo piensa la ciencia como capaz de descubrir la verdad global de la naturaleza que está escrita en lenguaje matemático descifrable por la experimentación. A partir del conocimiento de los fenómenos simples se puede comprender toda la naturaleza cuya complejidad es sólo aparente: “la diversidad se reduce a la verdad única de las leyes matemáticas del movimiento” (Prigogine- Stengers, Metamorfosis de la ciencia, p.71)
Para Bury tampoco el Renacimiento (S.XIV-XVII) fue el momento para el surgimiento de la doctrina del progreso ya que la actividad se centró en redescubrir, analizar e imitar a los pensadores de la antigüedad; no obstante, se dieron allí dos condiciones esenciales a la misma, a saber:
“Se restauró la confianza en la razón humana y se reconoció que la vida en este planeta poseía un valor independiente de cualquier temor o esperanza relacionados con una vida ultraterrena.”(Bury ,op.cit)
Para John Bury la idea de progreso comienza a surgir con los trabajos de Francis Bacon que preparó el desarrollo de tal doctrina.
En cambio, para Nisbet también en la edad media es posible encontrar la noción de desarrollo de la historia; San Agustín escribe:
“La educación de la raza humana, representada por el pueblo de Dios, ha avanzado como la de un individuo, a través de ciertas épocas, o, por decirlo así, edades, de modo que pudo elevarse gradualmente de las cosas terrenas a las celestiales, de lo visible a lo invisible”
La idea de “educación de la raza humana” y la analogía del desarrollo de la humanidad con el                                                                                                                                                                       crecimiento del individuo persistió en occidente y fue fundamental en la época moderna.
El legado de San Agustín sobre la doctrina del progreso se complementa con la concepción del tiempo lineal y divisible en etapas de desarrollo histórico además de necesario (ver “Necesidad”, Nisbet,p.108)
En el S. XVIII cabe citar a Kant que se pronuncia sobre el tema:
“Todas las aptitudes implantadas en una criatura por la naturaleza están destinadas a desarrollarse por completo y conforme a su fin en el curso del tiempo...
La historia de la raza humana, concebida como un todo, puede ser considerada como la realización de un plan oculto de la naturaleza para llevar a cabo una constitución política interna y también externamente perfecta, como el único estado en el cual todas las aptitudes implantadas por ella en la humanidad pueden desarrollarse plenamente” (Kant, Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita)
Se recomienda leer Capra, “El punto crucial” a fin profundizar estas ideas
Se llega así a la instancia de la razón dialéctica, que identifica lo real con lo racional como un logro del espíritu desenvolviéndose históricamente y transitando por la afirmación (tesis), negación (antítesis)y superación de la negación de lo cual resulta una nueva afirmación enriquecida (síntesis).
Según Nisbet, la idea de progreso no siempre estuvo ligada a la democracia y el liberalismo, sino que encierra lo que el autor denomina “un lado oscuro”.
Esta faceta negativa aparece a fines del S. XIX y principios del S. XX cuando se consideraba al poder político una clave para la salvación del hombre y se vinculaba el progreso con algún grupo determinado dando lugar a nacionalismos y racismos.
Marx, por ejemplo, se expresa así:
 “entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista se extiende un periodo de transición en la esfera política, y en él el estado solo puede asumir la forma de una dictadura revolucionaria del proletariado”.
...y aunque creyera en la corta duración de esta dictadura y en que sería realmente del proletariado, lo cierto es que dicha clase social se transforma en partido, el partido en gobierno y el grupo de gobierno en dominio de un solo hombre.
Tal vez fue la fe sacralizada en el progreso y en los usos del poder político para facilitarlo lo que permitió el origen del totalitarismo del S. XX. Lo mismo puede decirse del racismo que aparece con la creencia de que todo progreso de la civilización se sostiene en una raza particular considerada superior a otros grupos.
En la actualidad se concibe la razón dialógica o compleja, porque se abandona el reino de las dicotomías y se enlazan las categorías abstractas con la realidad, superando así el paradigma de la razón simplificadora. Desde la complejidad se comprenden muchas formas de “tener razón” (legales, lógicas, morales, etc. irreductibles entre sí).
Se sugiere lectura de Morin, “El pensamiento complejo”.      
Para Morin razón se trata de una voluntad de tener una visión coherente de los fenómenos, de las cosas y del universo tal como aparece en “Introducción al pensamiento complejo”. La racionalidad crea estructuras lógicas que se aplican al mundo (diálogo entre la razón y el mundo). La racionalización se acerca al ámbito de lo patológico(Freud)y es intentar encerrar a la realidad en un sistema coherente, es forzar lo real hasta ajustarlo a las estructuras mentales humanas.
El término “razón” ha tomado diferentes sentidos, ha sido entendida como facultad o potencia, como construcción histórica, como la voluntad de tener una visión coherente del mundo….
Se la entiende también como función cognoscitiva de segunda potencia (trabaja sobre un conocimiento previamente adquirido) encargada de llevar a cabo la tarea de organización y sistematización. Horkheimer destacó tres funciones: clasificación-deducción y conclusión. Al ordenar, categoriza.
Se la puede concebir también como nivel superior de conocimiento, atendiendo al lugar adjudicado respecto de otras capacidades.
¿CRISIS EN LA IDEA DE PROGRESO?
En el S. XX en occidente se considera que la fe en el progreso ha sido destruida por la presencia de las guerras mundiales, por las crisis económicas, por el autoritarismo difundido en todo el mundo y por la convicción de que los recursos naturales se están agotando.
Hay que hacer notar que hasta 1930 la idea de progreso mantenía toda la fuerza que traía desde el S. XIX aún a pesar de la Gran Depresión, pero esto no ocurre actualmente.
Desde la segunda mitad del S.XX ha crecido el escepticismo y el rechazo a la idea de progreso (aunque se mantiene la teoría de que la historia se basa en el principio de perfectibilidad humana)
en base a la afirmación de que
  • “cada nuevo avance tecnológico e industrial debilita aún más visiblemente los valores sociales y morales...”
  • “se difunde el temor de que nuestra prodigalidad está destruyendo rápidamente las riquezas naturales, o usándolas sin tener en cuenta el futuro...”
  • algunos círculos creen que “la ciencia ha alcanzado los límites de su propia capacidad de desarrollo”
  • “el hastío se está propagando en la sociedad occidental, hastío de los mismos bienes materiales y espirituales que el modernismo había bendecido hasta ahora”

“Buscando un lema que resuma el siglo XX me viene como destilado final la idea
 de progreso decadente, una antítesis, porque progreso es lo opuesto a decadencia y, sin
 embargo, en este siglo hemos sufrido —o gozado— ambas cosas simultáneamente:
 progreso en lo tecnológico, decadencia en lo moral
(Luis Racionero, El Progreso Decadente Espasa Calpe, Madrid,2000)
El autor sostiene que lo material ha progresado pero lo intelectual y lo moral se ha estancado, es un período de crecimiento e innovaciones tecnológicas inconmensurables pero a nivel de pensamiento las cosas no revelan progreso en igual medida:
“Visto desde lo material es un período de progreso indiscutible —en innovaciones tecnológicas, en nivel de vida—; mirado desde lo intelectual es un siglo de estancamiento en la filosofía y en el arte, aunque no en la ciencia; para lo moral es un siglo detestable, bárbaro, inhumano, con dos guerras globales, dictaduras, racismo y terrorismo. La ciencia ha progresado, la ética ha regresado y el arte titubea”(Racionero, op.cit.,introducción).
Estas tres formas de entenderla remiten a la modernidad, en cambio la razón como facultad data de la Grecia antigua.
Según Nisbet, la idea de progreso es característica de la cultura occidental, se trata de una concepción de la historia como el avance de la humanidad en su lucha por perfeccionarse y se acepta generalmente que la primera afirmación de dicha idea desvinculada de todo elemento religioso se realiza a fines del S.XVII durante la querella de los antiguos y los modernos en Francia.
Pero hubo que esperar a 1750 para que Turgot en su discurso “Una revisión filosófica de los sucesivos avances de la mente humana” presentara una enunciación completa de la idea de progreso abarcando no solo las artes y las ciencias sino toda la cultura (costumbres, instituciones, leyes).
El desarrollo de las teorías del caos y de la complejidad son reflejo de esta situación sobre la que Freud a comienzos del siglo había alertado al afirmar su hipótesis del inconsciente y de que tal vez no siempre la razón bien orientada nos llevará a la sociedad deseable. Alerta que fue confirmada con las dos guerras mundiales:
“¿Cómo es posible que una barbarie tal, las trincheras, los gases y el holocausto, se diera en los países supuestamente más civilizados de la tierra? Sin Freud no se entendería, con el subconsciente se empieza a explicar. Ahora bien, hay subconscientes y subconscientes; a unos se les ocurren barbaridades que otros ni sueñan ”(Racionero,op.cit).
Freud cuestiona a la razón y Einstein al sentido común, la cuántica hace lo suyo con la formulación del principio de indeterminación a la vez que el arte y la literatura expresan rupturas y decadencia.
“El siglo XX se abrió con teorías sobre decadencia y se cierra con la teoría del caos: no es por casualidad. El caos es la metáfora de este fin de siglo, caos en el sentido de cantidad, complejidad y mezcolanza. La asignatura pendiente del siglo XXI es cómo poner límites a la cantidad, y filtrar la calidad en la complejidad, cómo ordenar la mezcolanza para que esta sea fértil en vez de asfixiante.
Los años noventa han sido los años pos: se habla de posmodernidad, poscapitalismo, posciviliza-ción; antes se había hablado de lo posindustrial”(Racionero,op.cit.)






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sábado, 1 de junio de 2019

Técnica 6: Estudio de caso

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Aprendizaje cooperativo y colaborativo

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