La Educación según Hannah Arendt
"La
educación es una de las actividades más elementales y necesarias de
la sociedad humana, que no se mantiene siempre igual sino que se
renueva sin cesar por el nacimiento continuado, por la llegada de
nuevos seres humanos. Además, estos recién llegados no están
hechos por completo sino en un estado de formación. El niño, el
sujeto de la educación, tiene para el educador un doble aspecto: es
nuevo en un mundo que le es extraño y está en proceso de
transformación, es un nuevo ser humano y se está convirtiendo en un
ser humano."
"Básicamente,
siempre educamos para un mundo que está confuso o se está
convirtiendo en confuso, porque ésta es la situación humana básica
en la que se creó el mundo por acción de manos mortales para servir
a los mortales como hogar durante un tiempo limitado. Porque está
hecho por mortales, el mundo se marchita; y porque continuamente
cambian sus habitantes, corre el riesgo de llegar a ser tan mortal
como ellos. Para preservar al mundo del carácter mortal de sus
creadores y habitantes hay que volver a ponerlo, una y otra vez, en
el punto justo. El problema es, simplemente, el de educar de tal modo
que siempre sea posible esa corrección, aunque no se puede jamás
tener la certeza de ella. Nuestra esperanza siempre está en lo nuevo
que trae cada generación; pero precisamente porque podemos basar
nuestra esperanza tan sólo en esto, lo destruiríamos todo si
trataramos de controlar de ese modo a los nuevos, a quienes nosotros,
los viejos, les hemos dicho cómo deben ser. Precisamente por el bien
de lo que hay de nuevo y revolucionario en cada niño, la educación
ha de ser conservadora; tiene que preservar ese elemento nuevo e
introducirlo como novedad en un mundo viejo que, por muy
revolucionarias que sean sus acciones, siempre es anticuado y está
cerca de la ruina desde el punto de vista de su última generación."
"No
se puede educar sin enseñar al mismo tiempo; una educación sin
aprendizaje es vacía y por tanto con gran facilidad degenera en una
retórica moral-emotiva. Pero es muy fácil enseñar sin educar, y
cualquiera puede aprender cosas hasta el fin de sus días sin que por
eso se convierta en una persona educada, es la relación entre las
personas adultas y los niños en general o, para decirlo en términos
generales y exactos, nuestra actitud hacia la natalidad, hacia el
hecho de que todos hemos venido al mundo al nacer y de que este mundo
se renueva sin cesar a través de los nacimientos. La educación es
el punto en el que decidimos si amamos el mundo lo bastante como para
asumir una responsabilidad por él y así salvarlo de la ruina que,
de no ser por la renovación, de no ser por la llegada de los nuevos
y los jóvenes, sería inevitable. También mediante la educación
decidimos si amamos a nuestros hijos lo bastante como para no
arrojarlos de nuestro mundo y librarlos a sus propios recursos, ni
quitarles de las manos la oportunidad de emprender algo nuevo, algo
que nosotros no imaginamos, lo bastante como para prepararlos con
tiempo para la tarea de renovar un mundo común."
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